Señor, ¿está cansado de una larga jornada de trabajo y que al final, la cena no esté lista? Señora, ¿se ha quedado sin ideas originales para las fiestas de los pequeños? ¿Su hogar y su matrimonio han perdido la frescura? No busque más, una fiesta de Tupperware es lo que la señora de la casa necesita. Renueve su repertorio de aperitivos para las reuniones de su marido, aprenda nuevas técnicas para mantener la frescura en cada platillo, haga nuevas amistades y por qué no, disfrute de un Martini junto a sus nuevas compañeras de venta; haga todo eso y más aún con tiempo de sobra para tener la cena fresca y una copa de coñac en mano para el hombre de la casa. Veamos a Daisy por ejemplo; antes de unirse a nuestra magnífica iniciativa pasaba horas en casa, cocinando toda la mañana, fregando montañas interminables de cacerolas, aspirando sin parar la alfombra del salón, lavando camisa tras camisa de su marido que sin falta alguna siempre logran ensuciarse de carmesí. Daisy, como muchas otras ...
– Muy buenas tardes, mi nombre es Andrés y estoy aquí para servirle, si necesita el precio de algún artículo no dude en preguntar, tenemos promoción en toda la línea de electrodomésticos. No lo veas. Me digo a mí misma, pero la curiosidad gana y no puedo evitarlo, quito la vista de la prensa francesa que pensaba en comprar y veo un joven de unos veintitantos con una blanca sonrisa y un problemita de acné pero de igual forma, bien parecido. Así ha ido mi día, todo empezó con el instructor de spinning : Andrés; seguido de Andy, el chico de la mensajería de la oficina; y de Andrea, el arquitecto italiano que está de visita en el edificio de enfrente. Sólo tengo a Claudia para culpar por todo esto, si no se hubiera comprometido con el amor de su vida y yo no le hubiera dicho que no llevaría a nadie a la boda, no se habría dado a la misión de buscarme a alguien porque: – Hay alguien para cada quien – y – Dijimos que escogeríamos nuestros vestidos de novia juntas– y – Si no ll...